La obra maestra de Franz Liszt es sin duda alguna la Sonata
en si menor. Dicha sonata en su ejecución es difícil, y se puede comparar por
ejemplo a la de el concierto nº 1 para piano de Tchaikovsky que el propio
Rubinstein ya dijo que era impracticable.
La belleza de esta sonata de duración treinta minutos es
notable y en unos momentos el pianista parece alcanzar lo sublime.
Personalmente cuando escuché esta sonata por primera vez fue
en un disco que me había comprado en el que también constaba en la otra cara la
sonata nº 32 de Beethoven y el pianista era Claudio Arrau.
José Luis P.
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